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Visita Royal Queen SeedsEl cannabis es una planta que recibe muchos nombres: marihuana, maría, mota, ganja o hierba, entre muchos otros. El cannabis se ha convertido en una sustancia muy utilizada para fines recreativos, la gente la consume para relajarse o potenciar su creatividad, pero también con fines terapéuticos. En el cannabis existen más de 80 compuestos, pero en este artículo vamos a hablar del compuesto CBD en su forma líquida: el aceite de CBD.
DATOS QUÍMICOS DEL CBD:
Fórmula: C21H30O2
Masa molecular: 314,46
El aceite de CBD puro se elabora con extractos de la planta del cáñamo, ya que esta variedad del género Cannabis sativa presenta la mayor concentración de CBD. El cannabidiol es un cannabinoide no psicoactivo, así que no puedes colocarte con él. Sin embargo, el aceite de CBD tiene propiedades terapéuticas y es beneficioso para una gran variedad de problemas de salud.
Es el segundo cannabinoide natural más abundante en la planta del cannabis. El CBD es legal y apto para consumo humano, aunque ha quedado mucho tiempo a la sombra del THC.
¿Cómo funciona el aceite de CBD puro? Obviamente, depende de una serie de factores, como la dosis, los síntomas y las expectativas que el consumidor se haya generado respecto al CBD. Buscando un efecto fundamentalmente a corto plazo, algunos consumen aceite de CBD para relajarse y sentirse más calmados. Si depositas unas gotas de aceite de CBD puro debajo de tu lengua, tardará aproximadamente 15 minutos en actuar. Dicho esto, si consumes aceite de CBD para otro tipo de finalidades, necesitarás un periodo de consumo más prolongado antes de percibir sus efectos terapéuticos.
Tras décadas en las que toda la atención se centraba en la marihuana rica en THC, las variedades ricas en CBD están empezando a crecer, por y para el consumo con fines medicinales. Se ha investigado mucho acerca de las propiedades medicinales del cannabis CBD dominante. Los estudios clínicos y científicos han mostrado que el CBD podría ser efectivo para aliviar los síntomas de multitud de problemas de salud con tratamientos complicados: artritis reumatoide, diabetes, alcoholismo, trastorno por estrés postraumático, infecciones resistentes a antibióticos y desórdenes neurológicos como el Parkinson. Además, el CBD ha demostrado propiedades neuroprotectoras y se han desarrollado diversas investigaciones en varias universidades científicas de los Estados Unidos acerca del potencial anticancerígeno del cannabis.
Existen diferentes métodos de consumo de CBD. Evidentemente, solo tú decides cómo prefieres ingerir CBD, pero es interesante informarse de las diversas formas de consumo de aceite de CBD. Si simplemente quieres fumar o vaporizar tu hierba, asegúrate de que sea una variedad que contenga mayor concentración de CBD que de THC. Si no conoces la composición exacta de esa marihuana, podrías llevarla a analizarla en laboratorio. Pero recuerda, el THC es el compuesto psicoactivo del cannabis, así que si percibes que los efectos te dejan colocado sabrás que tu hierba contiene más THC que CBD. Consumir cannabis mediante un vaporizador es una forma mucho más limpia de ingerir cannabis que fumarlo. Un vaporizador garantiza que los cannabinoides se evaporen a la temperatura exacta en lugar de quemarlos.
Para disfrutar del máximo efecto y aprovechar las ventajas del CBD, es mejor consumirlo en formato aceite. El aceite de CBD no contiene THC, así que no producirá ningún efecto psicoactivo. Puedes decidir tú mismo qué método de consumo prefieres, desde su ingesta en crudo hasta un vaporizador de aceites.
En la mayoría de los casos, un extracto de cáñamo contiene en torno a un 40% de CBD. Esto significa que hay un 60% restante. Entonces, ¿cuál es la composición del 60% del aceite de CBD restante, además de otros tipos de cannabinoides diferentes? Bien, pues hay multitud de compuestos beneficiosos, moléculas naturales y compuestos fitoquímicos. Aquí enumeramos algunos de ellos:
• Aminoácidos
• Carbohidratos
• Vitaminas (B1, B2, B6, D y E)
• Ácidos grasos (omega-3 y 6)
• Oligoelementos (hierro, zinc, calcio, magnesio y potasio)
• Caroteno
• Clorofila
• Flavonoides
• Cetonas
• Compuestos nitrogenados
• Alcanos
• Alcoholes
• Glicósidos
• Pigmentos
• Agua
• Terpenos (diferentes tipos)
Los terpenos del aceite de CBD son uno de los productos más naturales. Los terpenos cumplen una serie de funciones diferentes en las plantas. Son compuestos muy aromáticos, por lo que es su función principal en productos alimenticios y suplementos dietéticos. Las plantas de Cannabis sativa tienen perfiles de terpenos diversos. Lo mismo ocurre con los frutos cítricos, la nuez moscada y muchas otras especias y hierbas.
Es evidente que el aceite de CBD puro tiene muchas ventajas para la salud. Por eso su consumo como suplemento diario también resulta muy interesante.
En general, el proceso de elaboración del aceite de CBD comienza con una extracción mediante CO₂ supercrítico, que se realiza con las semillas y los tallos de las plantas. El aceite resultante se analiza en laboratorio mediante un test HPLC. Tras este proceso, el aceite extraído se refina en plantas con certificados de buenas prácticas, donde el aceite de cáñamo ya purificado se analiza para comprobar su potencia y pureza. En este punto tenemos un extracto de cáñamo rico en CBD y podemos pasar a la última fase: la extracción del aceite para su consumo y su procesado para ofrecer aceites de diferentes concentraciones. Al final, todo el aceite se vuelve a analizar. Como puedes comprobar, el proceso para obtener el aceite de CBD más puro es bastante complicado. Es muy probable que estas técnicas se abaraten en los próximos años, así que el precio del aceite de CBD también debería descender.
El CBD es CBD, venga del cannabis o del cáñamo. Dicho esto, el cannabis tiene una concentración de cannabidiol muy baja, así que el cáñamo es preferible, si tenemos en cuenta la potencia de la planta en términos de CBD. El cáñamo contiene de forma natural un contenido de CBD elevado.
Aunque menos habituales, existen ciertas variedades de cannabis que presentan una gran concentración de CBD, pero el cáñamo, además de ser una alternativa ideal al cannabis, casi siempre es la opción preferente.
¡Nada que ver! El aceite de cáñamo normal, que se puede adquirir en tiendas a un precio muy inferior, es un producto completamente diferente al aceite rico en CBD. El aceite de cáñamo se produce mediante el prensado de semillas en frío. En cambio, el aceite de CBD se elabora mediante extracción con CO₂ supercrítico usando la propia planta del cáñamo.
En general, el CBD y otros compuestos fitoquímicos del cannabis se consideran seguros. Durante todos estos años de consumo de cáñamo (podríamos hablar de miles de años), no existen registros de nadie que hubiese sufrido ningún problema de salud grave o que hubiese fallecido por el consumo de cannabis.
Obviamente, si consumes "demasiado" de cualquier cosa en general, se apreciará algún tipo de efecto secundario. Demasiado CBD podría provocar un efecto ligeramente sedante. En dosis muy elevadas (superiores a 200mg de CBD), el consumidor podría experimentar algo que se conoce como disforia, un estado emocional ligeramente molesto. Pero incluso consumiendo dosis de CBD tan altas, es realmente extraño alcanzar este estado.
Al igual que con muchos otros productos, el aceite de CBD se debería almacenar en un lugar fresco y seco. Conservar tu aceite de CBD en un recipiente opaco en la nevera es una buena solución, ya que lo tendrás siempre a mano para usarlo cuando sea necesario. La razón por la que conviene almacenar el aceite de CBD puro de esta forma, es porque es muy sensible al oxígeno y la luz. Así que una vez hayas terminado de utilizarlo mantén el recipiente cerrado y alejado de la luz en todo momento.