Cómo producir los cogollos de marihuana más grandes

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Categories : El cultivo de marihuana

Cómo producir los cogollos de marihuana más grandes

Cuando tus plantas de marihuana comienzan a florecer, tienes la oportunidad de aprovechar al máximo este período utilizando ciertas técnicas que potenciarán el desarrollo de sus cogollos.

La época de la cosecha es probablemente el momento más esperado y emocionante de todo el ciclo de cultivo, es el período en el que por fin puedes recoger los frutos de todo tu duro trabajo en forma de grandes cogollos resinosos. Pero dicho esto, lo que pase entre la germinación y ese momento será lo que verdaderamente condicione los factores de tu recompensa, entre los que se incluyen la calidad y la cantidad, además de otros.

¿Qué cantidad están ofreciéndote tus bebés verdes? ¿Y qué fumada recreativa o potencial terapéutico producen sus cogollos? Como cultivador, obviamente te interesa descubrir trucos y técnicas mediante prueba y error a lo largo del tiempo. ¿Estabas usando poca luz? ¿Dieta insuficiente? ¿Demasiada agua? Todo esto ya lo ha hecho mucha gente en el pasado, así que ahora sabemos qué hacer y qué no hacer. Para ahorrarte una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y aprendizaje a base de errores, hemos recopilado una guía básica con los parámetros que deberías tener en cuenta para garantizar que tu resultado final sea una hierba potente de la que estar orgulloso y poder saborear.

GENÉTICA

Aunque una gran parte del crecimiento saludable y de la potencia de una planta de marihuana dependerá del entorno que consigas en términos de humedad, agua, abono y aire, la genética de las propias semillas jugará un papel fundamental en el resultado del cultivo. Valorar los genes es probablemente el primer paso para optimizar el objetivo que tienes en mente cuando cultivas hierba.

¿Quieres lograr plantas sativa ricas en THC para darte un efecto energético y cerebral? ¿O preferirías plantar unas semillas de índica para relajarte y desconectar? ¿Quizás una híbrida para conseguir lo mejor de ambos mundos? A lo mejor quieres que tus semillas contengan genes ruderalis autoflorecientes para que el cultivo sea más fácil y te evite la molestia de tener que cambiar el ciclo de luz para forzar la floración. O quizás sólo plantas con fines terapéuticos y quieres cogollos de marihuana que contengan mucho más CBD que THC.

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Como puedes ver, cultivar cannabis es un mundo complejo, lleno de una diversa variedad de opciones para obtener muchos objetivos diferentes. Cuando adquieres semillas de buena calidad a través de proveedores fiables, normalmente las concentraciones de cannabinoides vendrán dadas por la cepa, así como sus aromas y sabores, el tipo de efecto que produce, la duración del ciclo de cultivo y la cantidad de las cosechas que recojas de una plantación en interior o exterior. Escoger los genes es un primer paso que será clave para asegurarte de que consigas el resultado que quieres alcanzar.

Ejemplos de alternativas de semillas sería optar por algo como la Critical XXL de Zambeza si buscas una cepa índica dominante y rica en THC. La Critical XXL ofrece un sabor dulce y skunk, y la típica sensación de colocón de las índica. Tiene un período de floración de aproximadamente 50 días y puede alcanzar una altura de 150cm en interior.

Otra gran opción para quienes busquen un efecto profundamente relajante sería, por ejemplo, la Crazy Cookies de Zambeza. Esta variedad es el resultado híbrido de las míticas cepas Cookies y OG Kush. Contiene un brutal 25% de THC, florece en unos 55 días y tiene una gran dominancia índica. Le acompaña un sabor dulce y terroso y puede llegar a alcanzar una estatura de un metro en interior.

NIVELES DE HUMEDAD

La humedad presente en tu espacio de cultivo afectará a la salud y a la cosecha de tus plantas más de lo que podrías imaginar. Las plantas de marihuana tienen unos niveles de humedad ideales para cada momento de su ciclo de vida. La humedad en el entorno de cultivo puede controlarse fácilmente con higrómetros y termómetros. Los niveles de humedad son importantes porque el aire caliente contiene más agua que el frío, es decir, si tus plantas de marihuana están en una fase en la que necesitan menos agua en el aire, será conveniente extraerla.

Las plántulas prefieren niveles de humedad más elevados, mientras sus sistemas radiculares se desarrollan, preferiblemente en torno al 65 por ciento, ya que una humedad superior también permitirá una mayor absorción de agua a través de las hojas. El siguiente período del ciclo de vida es la fase vegetativa, donde los niveles de humedad se deberían ir reduciendo alrededor de un 5 por ciento cada semana. Esto se debe a que las raíces empezarán a absorber más agua. La siguiente etapa es la floración, donde la humedad debería dejarse aproximadamente al 40 por ciento.

Así que es importante alterar la humedad a lo largo del ciclo de cultivo pero, ¿cómo se puede conseguir? Bien, para reducir la humedad se pueden utilizar ventiladores y deshumificadores, mientras que para aumentarla se pueden usar botellas pulverizadoras o humidificadores.

LA VELOCIDAD ES FUNDAMENTAL

Maximizar la velocidad a la que tus cogollos se desarrollan durante la fase de floración producirá un mayor crecimiento en ese plazo de tiempo concreto. Esto supone, evidentemente, que tus cogollos logren convertirse en grandes columnas verdes maravillosas, en lugar de pequeñas flores con forma de palomitas de maíz. Teniendo esto en mente, la velocidad es un factor importante y se puede manipular significativamente si usas las técnicas correctas en los momentos oportunos. Aquí resumimos algunos aspectos a considerar cuando te enfrentas a esta importante tarea.

 

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PODAS

Podar es el acto de cortar y manipular físicamente la forma de tu planta de manera estratégica, para garantizar que los propios cogollos tengan acceso a los recursos necesarios para su desarrollo, como los azúcares, en lugar de desperdiciarlos innecesariamente en otras zonas de la planta. Justo antes de la floración y durante ella, asegúrate de cortar cualquier hoja débil o amarillenta que ya no cumple ninguna función positiva. No hay que verlo como un despilfarro. Échalas al compost, úsalas en un té, para rellenar tarros o incluso puedes comerlas en ensaladas! Tus plantas de marihuana seguirán teniendo hojas suficientes para hacer la fotosíntesis sin aportar valiosos azúcares a las hojas débiles que ya se están muriendo y han dejado de ser necesarias.

AUMENTA LOS NIVELES DE DIÓXIDO DE CARBONO

El dióxido de carbono es muy importante para nuestras amigas. Juega un papel fundamental en el proceso de la fotosíntesis, junto con el agua y la luz, al ayudar a las plantas a producir azúcares que le aportan energía para prosperar y sobrevivir. Un nivel de dióxido de carbono elevado puede facilitar un crecimiento más rápido, incluso en la etapa de floración. Si incrementas la intensidad de la luz, también obtendrás un resultado final aún más efectivo. Esto parece obvio si analizamos la ecuación de la fotosíntesis. Se puede bombear dióxido de carbono en el espacio de cultivo, pero siempre con precaución, porque demasiado dióxido de carbono podría ser bueno para tus plantas pero suponer riesgos para ti.

LUZ

Una iluminación óptima juega un papel realmente importante a lo largo de todo el ciclo de cultivo, y una luz insuficiente podría conllevar deficiencias en tu plantación. Cuanta más intensa sea tu fuente de luz, mejor responderán tus plantas a ella y más sanas, grandes y fuertes serán. Para potenciar la intensidad de la luz en la fase de floración y conseguir cogollos más grandes, usa focos de más vatios y acércalos lo máximo posible a tus valiosas flores para proporcionarles fotones en abundancia.

ABONOS

Cuando tus plantas de marihuana empiezan a florecer, necesitarán una dieta ligeramente diferente. Durante esta etapa, el cannabis desarrolla unas necesidades de fósforo superiores a las que tenía en su juventud vegetativa. Lo ideal sería optar por un fertilizante con una composición del 30% de fósforo, 10% de nitrógeno y 10% de potasio.