Cómo comprobar la calidad de las semillas de cannabis

Se necesita mucha preparación antes de lanzarse a la conquista del cultivo de cannabis. Como cultivador, debes asegurarte de tener una buena instalación de luces para poder proporcionar energía a tus plantas. También necesitas una zona dedicada al cultivo, ya sea en interior o exterior. Además, necesitarás una fuente de riego, una buena cantidad de fertilizantes (macro y micro), y un suelo de buena calidad, si eliges este medio de cultivo.

También hay otra cosa que debes marcar en la lista antes de cultivar, que a menudo se pasa por alto. Comprobar la calidad de tus semillas de cannabis antes de plantarlas puede ahorrarte mucho tiempo y energía a largo plazo, y es un proceso sencillo.

La manera más fiable de verificar si tus semillas son viables es simplemente colocarlas en el suelo y dejarlas germinar. Aunque este método es fácil, esperar a que penetren a través de la capa superior del suelo puede llevar algún tiempo. Esto puede tardar mucho, especialmente cuando se cultiva a gran escala o a escala comercial, o si simplemente quieres comenzar a cultivar lo más rápido posible.

A continuación, encontrarás algunos métodos fáciles y sencillos que puedes utilizar para valorar la calidad de tus semillas de cannabis.

LA FUENTE SUELE DETERMINAR LA CALIDAD

Antes de que nos pongamos a comprobar la calidad de nuestras semillas, es importante abordar el discurso de dónde obtenerlas. Al comprar semillas en growshops y headshops de buena reputación, aumentas considerablemente las posibilidades de que tus semillas de cannabis sean de buena calidad. Además, tendrás la certeza de qué cepa se trata, sus características, el tiempo de floración, etc.

Algunos consumidores de cannabis se llevan una gran alegría al encontrarse algunas semillas de cannabis en el fondo de la bolsa de hierba que acaban de comprar. Pero esto no tiene por qué ser algo bueno necesariamente. Además de añadir peso a la bolsa, hay menos posibilidades de que esas semillas sean viables y es muy probable que no sean feminizadas. Además, no sabes exactamente qué cepa son y si su genética tiene algún valor. Si te decides a hacerlo, no hay nada malo en intentar cultivarlas; podría ser un proyecto paralelo divertido. Simplemente intenta no dejarte llevar por el optimismo desde el principio.

¿QUÉ ASPECTO TIENEN TUS SEMILLAS?

Vale, te has hecho con algunas semillas y piensas ponerlas a germinar pronto, pero no estás del todo seguro de su calidad. Bueno, lo primero que tienes que hacer es echarles un vistazo más de cerca. Lo puedes hacer a simple vista, pero si utilizas un dispositivo de aumento te facilitará mucho las cosas.

Las semillas sanas normalmente tienen un patrón de "dibujo atigrado" en la cáscara con colores que mezclan el marrón, el gris y algunas veces el negro. Las semillas en buen estado también suelen mostrar manchas en sus cáscaras y parecen estar cubiertas de cera. Otras veces, sin embargo, las semillas son verdes, blancas o pálidas, lo que significa que tienen una probabilidad baja de germinación.

La mayoría de las semillas sanas son duras al tacto y deben ser capaces de resistir la presión externa si las aprietas entre el índice y el pulgar. Si la semilla se quiebra bajo esta presión, es un signo de decadencia.

¿CUÁNTO TIEMPO TIENEN TUS SEMILLAS?

Si compras en un dispensario o un headshop, tendrás la posibilidad de consultar el tiempo que tienen las semillas que te interesan y recibir una respuesta sincera. Es mucho menos probable que consigas saber la edad de las semillas que se encuentran en bolsas o que se consiguen a través de otras fuentes. Conocer el tiempo que tiene una semilla antes de intentar cultivarla es una ventaja, ya que las semillas que son demasiado viejas no brotarán, o tardarán mucho más si llegan a hacerlo.

Las semillas son una forma de vida en sí mismas, y por tanto sufren envejecimiento y deterioro. Aunque el tiempo que tarden en ser insalubres puede ser cuestión de años, es algo que vale la pena tener en cuenta antes de cultivar.

COMPRUEBA SI LAS SEMILLAS FLOTAN EN EL AGUA

Un truco barato y simple para decidir si las semillas valen la pena es ver si flotan en el agua. Llena un vaso o una jarra con agua y coloca las semillas en la superficie. Deja las semillas en el agua durante unas horas y revísalas más tarde. Las que se hayan hundido en el fondo del agua son sanas y ya podrían germinar, ahora que se han empapado. Cualquier semilla que se quede flotando en la superficie es probable que sea de mala calidad y no debes utilizarla si no quieres arriesgarte a perder el tiempo.

AUN ASÍ PUEDES OPTAR POR SEGUIR ADELANTE E INTENTAR QUE GERMINEN

Si tienes tiempo de sobra y cultivas cannabis simplemente por diversión, sigue adelante y deja que las semillas germinen. Es una forma de determinar si una semilla es viable o no con una precisión del 100%.

Plantar una semilla en el suelo y esperar a que brote es una forma de comprobar si está sana. Sin embargo, otra forma ligeramente más rápida es verla germinar en tiempo real. Coloca las semillas entre dos trozos de papel de cocina y ponlas en un plato. Echa agua al papel hasta que esté húmedo y guarda el plato en un lugar oscuro. Revísalas una vez al día y busca indicios de que esté saliendo una colita blanca; esta parte se llama radícula, y es lo que después se convertirá en la raíz principal. Cualquier semilla que haya germinado puede ponerse en el suelo para brotar y convertirse en plántula.