Las mejores variedades para hacer hachís

El hachís es el mejor concentrado de cannabis de la vieja escuela. Se consume desde hace miles de años para inducir un estado de conciencia alterada profundo y eufórico. Este extracto se puede elaborar a mano, masajeando la resina del cannabis para formar unas esferas llamadas bolas de templo. El hachís también se puede preparar prensando kief seco en forma de monedas o bloques. Independientemente del método que elijas para disfrutar de este antiguo pero eficaz concentrado, estas 5 variedades son ideales para su elaboración. Producen grandes cantidades de resina y unos sabores deliciosos, y pueden considerarse como auténticas plantas de hachís.

1. MISTY GORILLA

La Misty Gorilla es la versión de Zambeza de uno de los híbridos más codiciados y famosos que existen: la Gorilla Glue #4. Lo que diferencia a la Misty Gorilla de la original, es su inmensa producción de resina y su perfil aromático ligeramente más dulce y azucarado. Esta variedad es ideal para los expertos del cannabis por su combinación única de efecto súper potente, sabor exquisito y extraordinaria genética de hachís. Es el resultado de un cruce entre la Chem Sis, la Diesel, y la Sour Dub, tres variedades famosas por sus subidones exultantes y psicoactivos. Esta mezcla ha dado lugar a una variedad muy potente y repleta de resina que produce un nivel de THC de más del 27%. Incluso una pequeña calada induce sensaciones de euforia, relajación y creatividad, para dar paso más adelante a un agradable colocón corporal calmante. Sus flores escarchadas también producen un aroma y sabor terrosos a chocolate, café y pino.

La Misty Gorilla produce excelentes resultados para los fabricantes de hachís, tanto en el interior como al aire libre. Las plantas de interior crecen a alturas de 90-160cm, producen cosechas de hasta 550g/m², y tienen un período de floración de unos 55 días. Las plantas cultivadas al aire libre tienen un tamaño un poco más grande, de unos 130-170cm, y producen hasta 600g por planta.

2. LEMON KUSH

La Lemon Kush es una variedad refrescante y deliciosa que te proporcionará un hachís con sabor a limón. Este ejemplar es el resultado de la armonía genética entre la Chemdawg, la Lemon Thai y la Pakistani Kush. Cada miembro de este potente trío contribuye con sus rasgos únicos a este prodigio de hierba. La Chemdawg aporta su alto nivel de THC y notas diésel, la Lemon Thai le confiere su efecto sativa y sabor a limón y menta, y la Pakistinai Kush añade su generosa producción de resina, perfecta para elaborar hachís. La Lemon Kush ofrece una mezcla equilibrada de genes índica y sativa que se traduce en un efecto que sume al cuerpo en un estado de relajación y felicidad, a la vez que estimula la creatividad. Una dosis del hachis de esta hierba antes de sentarse a trabajar durante largos períodos, ayuda a rendir bien y a mantener la concentración. Su nivel de THC del 18% induce un subidón efectivo que no es demasiado intenso.

La Lemon Kush alcanza alturas muy distintas dependiendo del medio en el que se cultive. Las plantas de interior son relativamente compactas, alcanzan alturas de 100-130cm, y producen cosechas impresionantes de 450-500g/m². Las plantas que crecen al aire libre llegan a los 170-230cm y ofrecen una producción generosa de hasta 550g por planta. La Lemon Kush tiene un período de floración de alrededor de 55 días.

3. VANILLA ICE

Si quieres tener reservas de hachís con un sabor dulce a vainilla, siembra unas cuantas semillas de Vanilla Ice. Esta fábrica de sabor índica dominante es el resultado del cruce de tres variedades míticas: Northern Lights, Skunk y Afghani. La Vanilla Ice desarrolla flores densas y compactas con un aspecto escarchado debido a la enorme cantidad de resina que produce. El hachís elaborado a partir de estos cogollos induce un colocón relajante, y es una fumada perfecta para garantizar un sueño profundo y reparador. La Vanilla Ice produce un nivel de THC del 17% que se traduce en un efecto moderado y calmante.

La Vanilla Ice produce cosechas satisfactorias tanto en interior como al aire libre. Las plantas cultivadas en el interior, en cuartos o armarios de cultivo, producen hasta 600g/m² y conservan una altura manejable de unos 60-90cm. Las plantas de exterior, cultivadas en macetas o parterres, generan cosechas de 450-550g por planta, y llegan a los 2m de altura. La Vanilla Ice está lista para cosechar tras un período de floración de 55 días.

4. CRAZY COOKIES

La Crazy Cookies es una variedad índica dominante utilizada por los fabricantes de hachís que buscan un producto final con efecto terapéutico. La Crazy Cookies tiene un nivel de THC de más del 24%, lo que se traduce en un colocón inmediato que dura horas y envía ondas relajantes por todo el cuerpo. Con esta variedad, el estrés es cosa del pasado. Estos efectos son posibles gracias al cruce de la Cookies y la OG Kush. Sus flores generan capas gruesas de resina que hacen que esta hierba sea una excelente opción para elaborar bolas de templo. Este hachís ofrece un alucinante sabor dulce, terroso y especiado.

La Crazy Cookies es ideal para cultivadores de interior con problemas de espacio. Tiene un tamaño pequeño, de entre 50 y 100cm de altura, pero produce cosechas generosas de hasta 650g/m². Los ejemplares cultivados en exterior son un poco más altos, de 150-200cm, y generan hasta 700g por planta. Con esta hierba, podrás empezar a elaborar hachís tras unos 55 días de floración.

5. WHITE WIDOW HAZE

Tanto la White Widow como la Haze son dos variedades conocidas por los consumidores de cannabis de todo el mundo. Se han ganado esta reputación gracias a su electrizante efecto sativa y a sus propiedades revitalizantes del ánimo. La White Widow Haze es el resultado de la fusión de ambas hierbas, un proyecto de cría destinado a tener éxito. Estas flores compactas y pegajosas ofrecen un contenido de THC del 20%, lo que se traduce en un efecto estimulante que es ideal para una sesión de "fumada mañanera" acompañada de música a todo volumen y de un expreso. El hachís elaborado con esta hierba tiene un sabor fuerte y dulce a frutas tropicales.

La White Widow Haze está lista para producir hachís tras unos 65 días de floración. Las plantas cultivadas en interior producen cosechas de hasta 550g/m² y crecen a alturas de 80-110cm. Pero la White Widow Haze alcanza su máximo potencial al aire libre, donde llega a medir 3m y ofrece una enorme productividad de hasta 700g por planta.