Cómo reconocer el estrés térmico en las plantas de marihuana
Published :
Sep 27, 2017
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El cultivo de marihuana
Mientras que el calor es un componente necesario para el buen crecimiento del cannabis, el sobrecalentamiento puede causar reacciones adversas que limitarán el crecimiento y, por lo tanto, la calidad de tu cosecha. Descubre cómo reconocer el estrés térmico y prevenir que dañe tu cultivo.
Todas las plantas necesitan calor para poder crecer y desarrollarse bien, pero demasiado calor puede ser destructivo. A continuación, intentaremos encontrar un equilibrio por debajo del límite máximo de temperatura que pueden soportar las plantas.
La temperatura tiene un rol enorme en la vida de una planta. Cuando hace demasiado frío, las plantas no pueden crecer ni geminar de sus semillas. Una temperatura estable ayudará a las plantas jóvenes a desarrollar un sistema de raíces más rápidamente. Si controlas la temperatura nocturna puedes asegurarte de que el crecimiento de la planta por encima del suelo (es decir, tallos y hojas) será también abundante.
Básicamente, cuando tus plantas de marihuana pasen demasiado frío, su crecimiento se verá limitado y será más lento o, en algunos casos, se detendrá completamente. Aunque con el calor esto no sucede, sí que es posible sufrir otro tipo de problemas por exceso de calor en tus plantas de marihuana.
SIGNOS DE SOBRECALENTAMIENTO
Hay varias señales que indican que tus plantas están sufriendo estrés térmico. Primero, las puntitas de las hojas empezarán a enrollarse, un hecho confundido fácilmente y a menudo con la sobrefertilización. La principal diferencia entre el estrés térmico y la sobrefertilización es que con el estrés térmico se enrollará todo el lado de la hoja, no sólo las puntas. Los extremos de las hojas no parecerán “quemados” por los nutrientes, como sucede con la sobrefertilización. Por lo tanto, estate atento a hojas enrolladas que no tengan otros síntomas de la sobrefertilización.
Si en tu habitación de cultivo hay poca humedad, o si tu clima local es muy árido, es más probable que las plantas de cannabis desarrollen hojas ahuecadas por el calor. A pesar de que el calor no parezca muy severo, cuando se combina con una humedad baja, pueden causar estragos en tus plantas. En el caso de que quieras mantener la humedad baja para combatir el moho gris, ten el ojo puesto en los bordes de las hojas.
Las plantas en floración son aun más susceptibles al estrés térmico. Si se dañan demasiadas hojas por exceso de calor, las plantas de cannabis responderán produciendo cogollos de menos potencia. Esta formación anormal de cogollos se manifiesta en lo que se conoce como fenotrigo, que suele ocurrir en los cogollos más cercanos a la luz de cultivo.
También es posible que los cogollos crezcan más rápido en la parte superior del cogollo que en la parte inferior. Los nuevos pistilos suelen ser blancos y dan la apariencia de que el cogollo aun no está listo para cosechar. Si esto sucede, es un signo revelador de que las plantas de cannabis están sobrecalentadas. Cuando estés decidiendo cuándo cosechar tus plantas, presta atención a la parte inferior de los cogollos, ya que será un buen indicador respecto de la madurez real.
CÓMO AYUDAR A LAS PLANTAS DE EXTERIOR A MANTENERSE FRESCAS
Existen varias maneras para ayudar a tus plantas a soportar altas temperaturas o a recuperarse del daño causado por el calor. Pero la disponibilidad de soluciones depende del medio en que cultives. La solución universal es asegurarte de tener buenos controladores de temperatura. Estos ayudan a detectar si tus luces de cultivo están demasiado cerca o si el sol puede ser muy intenso en determinados días.
Si cultivas en exterior, existen menos opciones para regular la temperatura, pero aun así hay técnicas que puedes usar para que tus plantas sobrevivan temperaturas abrasadoras. El sistema de raíces ayuda a prevenir el daño por el calor en la parte superior de tus plantas de marihuana. Un programa de riego frecuente y riguroso, y si es posible ajustado a las previsiones meteorológicas del momento, es una buena forma de mantener fresco el sistema de raíces de la planta. Otra opción es cavar un hoyo en la tierra (con una profundidad similar a la altura de tus macetas), y meter las plantas dentro, maceta incluida. La temperatura del suelo, más fresca, debería reducir un poco el calor de tus plantas.
Usar macetas que aíslen también puede ser una gran ayuda para prevenir el estrés y el daño térmico. Plantar en macetas de cerámica puede contribuir al aislamiento térmico, reduciendo el calor. Si esta no es una medida suficiente para mantener a tus plantas a salvo del calor, considera mover las macetas a la sombra. Colocando una sábana vieja o una lona puedes eliminar el calor directo.
CÓMO PREVENIR EL ESTRÉS TÉRMICO EN INTERIOR
Las soluciones al estrés térmico en cultivos de interior se centran, mayoritariamente, en incrementar la circulación de aire en el espacio de cultivo. Considera aumentar la distancia entre tus plantas y la fuente de luz. Si esto no es posible, una buena alternativa podría ser un ventilador oscilante que sople por encima de tus plantas. El ventilador asegura que el calor se disperse uniformemente por el espacio de cultivo.
Otra opción es extraer el aire caliente usando un sistema de extracción. Esto puede liberar aromas de marihuana al resto del espacio de cultivo, así que, si pretendes un cultivo discreto, es recomendable añadir un filtro de carbón para eliminar todo rastro de olor.
CÓMO REPARAR EL DAÑO POR CALOR
El último consejo también es útil para los cultivos de exterior, ya que ayuda en situaciones en que el daño ya está hecho y quieres ayudar a tus plantas a recuperarse: extracto de alga kelp. Es un fertilizante líquido, que además de contener nutrientes y minerales, tiene citoquininas, que son muy beneficiosas para reducir el estrés. Este extracto ayuda a las plantas a recuperarse del estrés térmico, e incluso tiene el poder de protegerlas más efectivamente en el futuro, si se diera de nuevo el problema.