Cómo evitar el moho y proteger tus plantas de marihuana

Un importante factor que deben tener en cuenta los cultivadores de climas húmedos, es el moho. No sólo puede destruir una cosecha, también puede causar problemas de salud con síntomas como dolores de cabeza, dificultad para respirar, tos, diarrea y vómitos; y otros problemas mucho más graves como palpitaciones, neumonitis (inflamación de las paredes de los alvéolos) y aspergiloma (moho en los pulmones). Por suerte, la aparición del moho puede prevenirse con los cuidados adecuados, y en el peor de los casos y si se poseen los conocimientos necesarios, se puede al menos detectar.

CÓMO IDENTIFICAR EL MOHO

Los mohos más habituales del cannabis tienen ciertas características comunes. El olor suele ser una de ellas, ya que pueden hacer que la planta huela a orina o a sudor viejo; aunque hay algunas variedades que producen este tipo de aroma, por lo general es fácil diferenciarlas de un contaminante. Es buena idea conocer el olor que supuestamente debe tener una planta, para saber qué buscar.

Otra forma de detectar el moho es a simple vista, con una luz de fondo o con una lupa. Ten en cuenta que los diminutos pelos con relucientes terrones claros son tricomas, donde se produce el THC. El moho puede tener diversos colores: blanco, gris, negro, amarillo o marrón, y distintas formas: manchas, esporas, pelusa o en forma palmeada (con la apariencia de una plaga de bichos).
Hay herramientas para detectar el moho, como un microscopio de mano 420 o una lupa de joyero, ya que a veces es difícil distinguirlo a simple vista en las primeras etapas. Una luz de fondo también hará que el moho destaque con un tono amarillo o verde.

CAUSAS DEL MOHO Y PREVENCIÓN

El moho suele aparecer después de la cosecha, cuando el nivel de humedad es demasiado alto durante el proceso de secado o curado. Algunos distribuidores poco honestos humedecen los cogollos para que pesen más antes de meterlos en un recipiente hermético, lo que podría facilitar la aparición del moho y arruinar la experiencia del consumidor. Un buen cultivador hará un esfuerzo para detectar el moho en sus primeras etapas y lo apartará del resto del cultivo.

El moho prefiere los ambientes húmedos y con poca circulación de aire, lo que es un problema en muchos climas, y es importante que los diferentes tipos de cultivadores dominen este tema. Un buen cuarto de cultivo debe tener un ventilador para evitar que tanto los insectos como el moho se sientan atraídos por las plantas; además, el uso de un ventilador también fortalece los tallos de las plantas.

Una buena circulación del aire es necesaria cuando se está curando el cogollo; el aire fresco ayuda a prevenir la aparición del moho. También puedes usar paquetitos de sílice para controlar el nivel de humedad de los frascos del curado; abre la tapa de vez en cuando para dejar escapar la humedad. También hay monitores digitales y tiras de prueba para comprobar el nivel de humedad de los frascos.

Las esporas pueden sobrevivir con una humedad del 15%, aunque no comienzan a crecer ni a expandirse a menos que la humedad llegue al 55%. Es buena idea invertir en un higrómetro para medir el nivel de humedad de la atmósfera que envuelve a la planta, o para el curado de los cogollos.

CÓMO EVITAR UN COGOLLO ENMOHECIDO

Como consumidor, la mejor forma de evitar el moho es no comprar en el mercado negro. Los dispensarios inspeccionan sus cogollos con microscopios y realizan pruebas para detectar la presencia de contaminantes. No se puede esperar el mismo control de calidad por parte de un distribuidor callejero.

Tu salud es lo primero. Si tu camello parece poco fiable, no quiere fumar contigo o no te deja inspeccionar el producto, lo mejor es evitarlo.

Por otro lado, si no tienes el lujo de poder visitar un dispensario o cultivas tu propia marihuana, deberás tener cuidado si te encuentras con algún indicio de moho en tu cogollo o en el de otra persona.