Cómo empezar a cultivar cannabis: guía para principiantes

Es cierto que el mundo del cultivo de cannabis puede parecer complicado e incluso intimidante desde fuera. Los ciclos de luz, las proporciones de fertilizantes, los horarios de riego, la humedad y la temperatura, nos parecen un conjunto de factores demasiado complicado de compaginar. Al principio, cuesta acostumbrarse a todos estos detalles, pero una vez que te has adentrado en el arte y la ciencia del cultivo de cannabis, no es tan difícil como parece a simple vista. Cultivar marihuana no es muy distinto a cultivar otros tipos de plantas, pero a los cultivadores de cannabis les gusta proporcionarle un cuidado extra para conseguir las mejores cosechas posibles.

Este artículo sirve como guía para principiantes que quieran llevar a cabo su primer cultivo. En él, cubriremos todos los aspectos básicos de la preparación de un cuarto de cultivo o jardín, y los detalles más importantes que hay que tener en cuenta.

CÓMO EMPEZAR A CULTIVAR MARIHUANA EN INTERIOR: CONCEPTOS BÁSICOS

Lo primero que deberás plantearte es dónde vas a realizar tu primera plantación. Aunque esto dependerá en gran medida de los recursos de los que dispongas, podrás trabajar con lo que tengas, por poco que sea. Algunos cultivadores disponen de habitaciones libres en las que caben varios armarios de cultivo, mientras que otros están limitados a un ropero pequeño en una esquina del dormitorio. Si solo tienes acceso a esto último, no te preocupes, aun así podrás tener cosechas decentes.

SELECCIÓN DE LA VARIEDAD

Una de las primeras cosas que deberás hacer antes de cultivar en el interior es elegir una variedad. La marihuana tiene una gran diversidad de formas, tamaños, sabores y efectos. Existen dos principales subespecies: índica y sativa. Las variedades híbridas contienen ambas genéticas en cantidades variables. En cuanto a los efectos, las plantas índica dominantes están asociadas con un colocón más relajante y físico, mientras que las variedades sativa dominantes ofrecen un subidón más enérgico, cerebral y motivador.

También deberás tener en cuenta el espacio del que dispones. Las sativas suelen ser mucho más altas y estilizadas, y las índicas más bajas y frondosas. Si tienes un problema de espacio, plantéate la posibilidad de cultivar una variedad autofloreciente. Estas variedades suelen conservar una altura media de unos 60cm, y además tienen un ciclo de vida más rápido.

ORGANIZA TU ESPACIO DE CULTIVO

Si dispones de una habitación y no te importa realizar la inversión, lo mejor es adquirir un armario de cultivo. Tienen varios tamaños y ofrecen un entorno aislado muy fácil de controlar. Un armario de cultivo también puede estar equipado con un filtro de salida para reducir el famoso olor de las plantas de cannabis. El armario, además, no deja que entre la luz cuando las plantas están en el supuesto ciclo de oscuridad, lo que te permitirá tener la luz del cuarto encendida. Si no te puedes permitir un armario de cultivo, puedes modificar un armario ropero o una caja para que cumplan una función similar.

ILUMINACIÓN

Las plantas de cannabis necesitan una fuente de luz adecuada para alcanzar su pleno potencial, y este es, probablemente, el factor más importante a la hora de cultivar marihuana en interior. El pigmento verde de las hojas del cannabis convierte la luz en los azúcares que necesitan las plantas para sobrevivir y desarrollarse.

Merece la pena invertir en una buena iluminación desde el principio, para evitar cualquier tipo de problemas. Hay muchas fuentes distintas de luz, como lámparas de descarga de alta intensidad (HID), plasmas, LEDs y CFLs. Cada una de estas fuentes tiene sus ventajas e inconvenientes. Las luces LED son una opción estupenda para el cultivador novato, porque su consumo es bajo y generan muy poco calor. Un temporizador también es una buena inversión para aportar cierta automatización al cultivo. Por lo general, las plantas necesitan un ciclo de iluminación de 18 horas de luz y 6 de oscuridad durante la fase vegetativa, y de 12 horas de luz y 12 de oscuridad durante la floración.

ELIGE EL MEDIO DE CULTIVO

Las plantas de marihuana se pueden cultivar en varios medios. Como principiante, el suelo de tierra tradicional es la opción más sencilla, necesita menos preparación, y es más barata. Algunos sustratos vienen ya mezclados, con fertilizantes suficientes para las primeras semanas de la fase vegetativa.

FERTILIZANTES

Las plantas de cannabis necesitan diversos macro y micronutrientes para llevar a cabo varias funciones fisiológicas. Además, estos nutrientes son necesarios en cantidades distintas durante las diferentes fases del crecimiento. Los macronutrientes necesarios para la dieta de las plantas son nitrógeno, fósforo y potasio. Durante la etapa vegetativa, las plantas necesitan un mayor nivel de nitrógeno, mientras que la floración requiere de más fósforo y potasio.

Los principales micronutrientes necesarios para el cannabis son calcio, magnesio, hierro y cobre. Estos nutrientes se pueden obtener de diversas fuentes, desde fórmulas artificiales a abonos orgánicos. La mejor opción y la más sencilla es comprar fórmulas potenciadoras del crecimiento vegetativo y la floración ya preparadas, para añadirlas al agua y administrarlas según las instrucciones del producto.

CREA EL CLIMA IDÓNEO

Lo bueno del cultivo interior es que se puede crear el clima ideal de forma artificial. Necesitarás varias herramientas para mantener todo en un marco óptimo. La temperatura es un factor importante, ya que la marihuana prefiere un ambiente de entre 20 y 30°C. Si tu cuarto o armario de cultivo ya cuentan con esta temperatura, perfecto. Si no es así, deberás utilizar un radiador o aire acondicionado, según sea el caso.

La humedad es otro factor que también se debe controlar, y probablemente, ajustar. A las plantas de marihuana les gusta que haya un poco de humedad en el ambiente, pero si hay demasiada, aumentará el riesgo de que desarrollen moho. Puedes usar un higrómetro para medir tanto la temperatura como la humedad. Trata de mantener entre un 40 y un 60% de humedad relativa en el cuarto de cultivo durante la fase vegetativa, y entre un 40 y un 50% durante la floración. Si el ambiente es demasiado húmedo o demasiado seco, utiliza un deshumidificador o un pulverizador, respectivamente.

Las plantas de cannabis también necesitan aire fresco, que puede obtenerse mediante un ventilador y un extractor. La mayoría de armarios de cultivo son compatibles con ambos dispositivos, que sirven para aportar CO₂ nuevo y expulsar el oxígeno ya respirado.

HORARIO DE RIEGO

El riego es a menudo un aspecto con el que los cultivadores novatos tienen dificultades. Muchos creen que sus plantas necesitan más agua de la que realmente requieren. Una sencilla regla de oro es dejar que se seque la capa superior del suelo antes de volver a regar. Mete el dedo en la tierra para comprobarlo, si todavía está húmeda, la planta no necesita más agua. Asegúrate de que las macetas tengan un buen drenaje para que el agua no se acumule en el fondo y contribuya a la pudrición de la raíz.

CÓMO EMPEZAR A CULTIVAR MARIHUANA EN EXTERIOR: CONCEPTOS BÁSICOS

Algunos cultivadores tienen la suerte de disponer de un jardín o invernadero. Cultivar en exterior significa tener menos control de las condiciones ambientales, pero a menudo es mucho más barato, ya que el agua, la luz y el aire son prácticamente gratis. Cultivar al aire libre también significa tener mucho más espacio.

ELIGE UNA VARIEDAD PARA CULTIVAR AL AIRE LIBRE

La elección de una variedad es más fácil cuando se cultiva en exterior. Algunos cultivadores prefieren las sativas grandes y altas porque les permiten obtener cosechas óptimas. Ciertas variedades pueden llegar a los 3m de altura, y ofrecen una producción impresionante. Pero si quieres que tu plantación sea más discreta, elige una índica pequeña o una variedad autofloreciente.

Por otro lado, si vas a cultivar durante un verano corto, antes de la época de lluvias o el frío del otoño, es posible que quieras evitar las sativas de larga floración y optar por un híbrido rápido.

ORGANIZA TU ESPACIO DE CULTIVO

En el exterior, la marihuana se puede cultivar en macetas, parterres o invernaderos. La opción que elijas dependerá de tus preferencias personales y de los recursos disponibles. Las plantas cultivadas en parterres tendrán mucho más espacio para expandir sus raíces, lo que les permitirá alcanzar una mayor altura. Pero los tiestos grandes y medianos también permiten obtener buenos resultados. Trata de cultivar tus plantas en una zona que reciba una buena cantidad de luz solar directa, y que tenga una brisa suave, lejos de zonas que sufran inundaciones.

MODIFICA EL CLIMA SI TE ENFRENTAS A TEMPERATURAS EXTREMAS

No hay mucho que puedas hacer para modificar el clima del exterior, y tampoco tendrás que hacerlo, a menos que vivas en una zona con condiciones climáticas extremas. Si vives en un sitio donde hace mucho calor, pon tus plantas a cubierto durante las horas más calurosas del día para impedir que se marchiten. Por otro lado, si hace mucho frío por la noche, incluso durante el verano, traslada tus plantas al interior, si están en macetas.

RIEGO

Las plantas de exterior se deben regar de forma parecida a las de interior. Si vives en una zona especialmente calurosa y seca, tendrás que regarlas casi a diario. Más adelante, cuando tengas más experiencia, merece la pena experimentar con sistemas de riego automatizados. Una vez más, el exceso de riego puede ser perjudicial y causar la pudrición de las raíces. Si vas a cultivar en un clima excesivamente húmedo, podrías tener que cubrir tus plantas periódicamente o ponerlas en un invernadero de forma permanente.

FERTILIZANTES

Una vez más, es recomendable utilizar fórmulas mixtas ya preparadas para las distintas etapas del crecimiento. Es más fácil alimentar las plantas cultivadas en macetas, ya que ese espacio confinado se puede llenar con tierra orgánica y dosificar de forma periódica con fertilizantes. Las plantas cultivadas en parterres tienen unos sistemas de raíces grandes y se expanden en busca de alimento. Los fertilizantes podrían malgastarse en al agua de drenaje, por lo que es importante empezar con un suelo de calidad.