Cannabis como tratamiento viable para la depresión
Published :
Sep 6, 2018
Categories :
Marihuana medicinal
Muchos pacientes con depresión se automedican con cannabis para obtener alivio, y la ciencia respalda su función como posible tratamiento. Las investigaciones indican que los cannabinoides THC y CBD pueden ayudar a reducir los síntomas de la depresión.
El cannabis es apreciado por su efecto inspirador e incluso eufórico. Estas sensaciones son provocadas por la unión del cannabinoide psicoactivo THC a los receptores CB1 del sistema nervioso central. Además, muchos consumidores buscan alivio y relajación mediante la ingesta del cannabinoide no psicoactivo CBD. Estos compuestos se utilizan en todo el mundo para experimentar un ciego recreativo y para alcanzar un estado de relajación. Resulta que también tienen un gran potencial medicinal, y muchos los utilizan para combatir síntomas de diversas afecciones y enfermedades.
Los efectos eufóricos y positivos para el estado del ánimo que provocan los cannabinoides los convierten en candidatos prometedores como tratamiento para quienes sufren de depresión. De hecho, las investigaciones científicas sostienen que el cannabis podría ser una futura herramienta para aliviar este trastorno mental debilitante.
¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?
La depresión suele asociarse a sensaciones de tristeza y desánimo, pero es mucho más que eso. La depresión se caracteriza por sensaciones de tristeza profunda y persistente que pueden durar hasta meses. Dado que dependemos de una química cerebral equilibrada y de la motivación para cumplir con nuestras actividades y lograr nuestros objetivos, la depresión realmente puede afectar la vida de una persona y hacerla sentir bloqueada.
En la actualidad, la depresión tiene proporciones epidémicas; el principal trastorno depresivo (depresión clínica) afecta a más de 16,1 millones de adultos en EE.UU., lo que equivale al 6,7% de la población adulta total.
Existen varios tipos de depresión, cada uno con características concretas. Por lo general, la depresión produce una sensación de tristeza profunda durante gran parte del día o la semana, y se define por la pérdida del interés y de la sensación de disfrute, la fatiga, pensamientos suicidas, problemas para dormir y sentimientos de inutilidad.
El trastorno depresivo persistente es otra forma reconocida de depresión, y se diagnostica cuando un paciente experimenta depresión durante 2 años o más. Los síntomas incluyen baja autoestima, problemas para concentrarse, sensaciones de desesperanza y cambios en el apetito. El trastorno bipolar es otra de las formas, y suele denominarse “depresión maníaca”. Este tipo de depresión se caracteriza por cambios extremos entre períodos de mucha energía o actividad y estados depresivos o de muy baja energía.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA DEPRESIÓN?
No existe una respuesta sencilla a esta pregunta. Es un trastorno extremadamente complejo, y puede desencadenarse por diversos factores. No obstante, existen algunos factores primarios que pueden contribuir a la aparición de la afección. El abuso físico, emocional o sexual en la infancia puede incrementar las posibilidades de desarrollar depresión clínica. También es posible que algunos medicamentos despierten el trastorno, por ejemplo, algunos antivirales y corticoesteroides. Se sabe que la pérdida de un ser querido también contribuye a la depresión.
Otras variables, tales como la genética, los acontecimientos importantes como una mudanza o un despido, y los problemas personales como el aislamiento social, pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión. La drogodependencia es otro factor importante: el 30% de los drogodependientes sufren de esta afección.
TRATAMIENTOS CONVENCIONALES PARA LA DEPRESIÓN
Los tratamientos convencionales para la depresión incluyen medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Estos medicamentos bloquean los receptores de serotonina para que el neurotransmisor permanezca en la sinapsis de las neuronas durante períodos más prolongados y, de este modo, mejoran el ánimo. Y aunque los ISRS funcionan en algunos casos, traen aparejados varios efectos secundarios, por ejemplo, mareos, problemas sexuales, náuseas y somnolencia.
A los pacientes con depresión también se les sugiere hacer terapia, en particular, terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC es una terapia psicológica que se basa en la idea de que nuestros pensamientos, nuestro cuerpo y nuestros sentimientos se encuentran interconectados, y que lo que le pasa a una de las partes puede afectar al resto. La TCC ayuda a los pacientes a identificar patrones de comportamiento y pensamiento negativos a medida que aparecen, con el fin de evitar que la espiral de negatividad empeore su estado mental.
CANNABIS COMO TRATAMIENTO PARA LA DEPRESIÓN
El cannabis es reconocido por sus efectos alteradores del ánimo. Cualquier persona que haya consumido una variedad sativa potente podrá entender por qué se propone el cannabis como un posible tratamiento para los síntomas de la depresión. Existen muchos casos anecdóticos de automedicación con cannabis para aliviar o incluso tratar la depresión, y varios artículos científicos que respaldan esa decisión.
Aunque algunos pacientes deben ingerir dosis altas de extracto de cannabis para tratar su depresión, los investigadores descubrieron que incluso una sola calada de un canuto es suficiente para reducir los síntomas. En un estudio, publicado en Journal of Affective Disorders, se descubrió que el cannabis reducía significativamente los índices de depresión, ansiedad y estrés. En concreto, se descubrió que las cepas con poco THC y ricas en CBD eran mejores para reducir los síntomas percibidos de la depresión, mientras que las variedades ricas en THC eran mejores para tratar los síntomas del estrés.
Sin embargo, se descubrió que el consumo de cannabis a largo plazo puede exacerbar los síntomas de la depresión. Aunque se sabe que el cannabis aumenta los niveles de dopamina a corto plazo, el consumo excesivo y a largo plazo se asocia a un desequilibrio del sistema dopaminérgico de recompensa.
LA DEPRESIÓN Y EL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE
Los investigadores del Instituto de Investigación sobre Adicciones de la Universidad de Buffalo estudiaron la depresión y el estrés crónico con un enfoque centrado en los endocannabinoides. Descubrieron que el estrés crónico reducía la producción de endocannabinoides en modelos animales.
Los endocannabinoides son sustancias producidas en el cuerpo que afectan al sistema endocannabinoide, un metasistema que se extiende por todo el cuerpo y que regula muchos otros sistemas fisiológicos. Existen teorías que sostienen que la deficiencia de estos endocannabinoides es la responsable de varias enfermedades y trastornos, entre ellos, la depresión. Los investigadores indican que el estrés crónico es una de las causas principales de la depresión, y que el consumo de cannabinoides derivados del cannabis puede ayudar a restablecer el funcionamiento adecuado del sistema endocannabinoide.