¿Qué Son Las Hojas De Azúcar Del Cannabis Y Cómo Se Utilizan?

La planta de cannabis es una fábrica maravillosa, por así decirlo. Es uno de los motores de biomasa de más rápido crecimiento y alta producción conocidos por el ser humano. Y, además, también es psicoactiva, gracias al compuesto THC que tanto nos gusta.

¿QUÉ ESPERAMOS DE UNA COSECHA?

Cuando se acerca el momento de la cosecha, y a medida que los cogollos maduran, las flores hembra se frustran tanto sexualmente que comienzan a aumentar su tamaño, densidad y producción de tricomas. Sienten que se acerca el fin, y cada día que pasa es esencial para la propagación de la especie. Su máxima prioridad es producir semillas, y hasta la más ínfima partícula de polen macho hará que sus cogollos las produzcan.

Como consumidores de cannabis, no queremos que esto suceda. Lo que queremos son cogollos grandes y gruesos empapados de resina y perfectamente secados y curados, para poder disfrutar de su encantador humo rico en cannabinoides. Sin embargo, los cogollos no llegan directamente a tu puerta de esta forma. Deben pasar por los procesos de la cosecha, el secado, una sesión final de recorte y, esperamos, un período decente de curado, antes de que puedas utilizarlos en tus canutos.

RECORTAR O NO RECORTAR LAS HOJAS DE AZÚCAR, ESA ES LA CUESTIÓN

Las hojas de azúcar son unas diminutas hojas de un solo dedo que crecen en los cogollos y que no se deben confundir con las hojas grandes en forma de abanico con 5-7 dedos que salen de los tallos. Es imposible pasarlas por alto, pero varían considerablemente de una cepa a otra.

¿Se supone que se pueden fumar? La respuesta rápida es… ¡depende!

Hay muchos estilos diferentes de procesamiento de cannabis, y cada cultivador tiene sus preferencias. Las principales razones para eliminar las hojas de azúcar tienen que ver con la potencia, la estética y el tiempo.

Durante la cosecha se corta toda la planta. Se eliminan las hojas de abanico, y algunos cultivadores prefieren recortar sus cogollos cuando el material vegetal aún está fresco y es fácil de manejar. Esto implica recortar algunas hojas de azúcar de los cogollos. Este proceso ayuda a garantizar que los cogollos contengan únicamente material vegetal con la mayor concentración de tricomas.

Otros piensan que esto es un sacrilegio.

Algunos tienen tantas plantas que simplemente no pueden permitirse recortarlas antes de la cosecha y el secado. Todo depende de los motivos de cada cultivador.

En cualquier caso, el recorte final del cogollo (antes de ser presentado al mundo) implica la eliminación de todo material que no se pueda fumar. Esto también se suele llamar "manicura", ya que uno de los aspectos más importantes del recorte es asegurarse de que los cogollos tengan un aspecto atractivo para el consumidor.

Pero, ¿qué es "atractivo"? ¡Los tricomas! En su mayor parte.

CONCEPTO ERRÓNEO SOBRE LOS TRICOMAS

Como regla general, si una planta está repleta de glándulas de resina, escarchadas y relucientes, es una marihuana mejor y más fuerte. Pero esto no es cierto en términos generales.

Existen variedades que son sumamente potentes pero no tienen muchas glándulas de resina. Los híbridos Haze son conocidos por esto. En general, cuanto más tropical sea una variedad (más genes sativa), menos tricomas tendrá.

Las glándulas de resina también son una forma de defensa contra los insectos y los rayos UVB y UVC, por lo que cuanto más alto cultives tu cannabis en el exterior, más tricomas producirá. Por eso, las índicas originarias de las montañas del Hindú Kush tienden a producir más glándulas de resina.

Muchos cultivadores de interior han empezado a experimentar con luces UV para acuarios/terrarios de reptiles como complemento para sus plantaciones. Todavía se debate sobre cuánta luz ultravioleta es necesaria para producir una gran abundancia de tricomas.

DIVERSAS FORMAS DE UTILIZAR LAS HOJAS DE AZÚCAR

Puedes hacer todo tipo de cosas divertidas con los recortes que te sobran. Como liar un canuto con ellos y comprobar su sabor y potencia. Es posible que te sorprenda gratamente, o que te decepcione; pero al menos lo habrás intentado. Por lo general, cuantas más hojas de azúcar queden en el cogollo, más probabilidades hay de que su humo esté contaminado con el sabor "verde" de la clorofila.

En su lugar, puedes hornear y preparar comestibles con un efecto fuerte. Mediante la concentración de las hojas de azúcar en mantequilla o aceite, podrás sacar el máximo provecho de tu material vegetal. También puedes experimentar con la extracción de aceites con el método para hacer rosin a base de presión. Dependiendo de la cantidad de hierba que tengas, podrías incluso hacer kief o hachís con las tradicionales técnicas del tamiz de seda y el cilindro mecánico.

A algunas personas les encanta tener hojas de azúcar para mezclarlas con el tabaco de uso diario. Te puede proporcionar un ligero subidón a la vez que reduce la cantidad de tabaco que fumas.

Los más valientes pueden probar a extraer aceites con butano. Los científicos locos con acceso a grandes cantidades podrían incluso extraer aceites esenciales y aislados mediante máquinas de CO₂ supercrítico.

También se pueden elaborar cremas tópicas para combatir trastornos como el eccema o la artritis reumatoide, o para la recuperación muscular de los deportistas.

La extracción con alcohol etílico es muy popular. Con el tiempo, el THCA se descarboxilará sin necesidad de añadir calor, permitiendo crear un cóctel psicotrópico.

Puedes infusionar aceite de oliva, colar el material vegetal, y utilizarlo para cocinar o aliñar ensaladas.

Lo bueno del cannabis es que todas sus partes se pueden transformar en algo útil, y no hay que tirar nada. Incluso las raíces poseen potentes alcaloides antiinflamatorios. Por no mencionar que la sopa psicoactiva hecha con las hojas en forma de abanico es deliciosa.

Así que, si aún no has recortado las hojas de azúcar, empieza ya. Te sorprenderá lo fuertes que pueden llegar a ser tras una curación prolongada. Por favor, no las tires.

Utiliza tu ingenio e imaginación y, llegado el momento de la cosecha, verás estas pequeñas hojas desde una perspectiva completamente distinta.