Fases de cultivo de una planta de cannabis

Las plantas de marihuana atraviesan diferentes fases durante su ciclo de vida. Si quieres cultivar una hierba extraordinaria, es fundamental que conozcas las diferentes fases y qué necesidades tienen las plantas en cada etapa. Del mismo modo que no darías un chuletón a un bebé, o te alimentarías a base de potitos infantiles siendo un adulto, las plantas tienen diferentes necesidades lumínicas y nutricionales que varían en función de su edad y ambiente.

EL CICLO DE CULTIVO DE UNA PLANTA DE CANNABIS

El ciclo de cultivo del cannabis puede dividirse en cuatro categorías principales:

• Fase de germinación
• Fase de plántula
• Fase vegetativa
• Fase de floración

Algunas de estas fases pueden subdividirse en más categorías, pero en este artículo vamos a centrarnos en las principales.

Esto es lo que debes saber sobre cada una de estas fases, ¡para que puedas cosechar unos cogollos excelentes!

FASE DE GERMINACIÓN

Duración: 2–10 días

Iluminación: -/-

Supongamos que acabas de recibir unas magníficas semillas de cannabis. Puedes evaluar su calidad fácilmente tocándolas y mirándolas. Normalmente, las semillas de cannabis de buena calidad son de color marrón claro-oscuro y tienen una cáscara pulida y brillante con unas sutiles manchas atigradas. Al tocarlas, deberían estar duras. Las semillas blandas y de color blanco o verde claro no están totalmente desarrolladas y probablemente no germinarán.

Tus semillas de marihuana necesitan calidez y humedad para brotar. Hay varias formas de germinar con éxito las semillas: puedes colocarlas entre papel absorbente humedecido o en un vaso de agua, o puedes sembrarlas directamente en macetas con tierra. Recomendamos este último método, ya que con los otros las semillas se pueden pudrir, o sus delicadas raíces pueden dañarse al mover la semilla a una maceta.

Cuando las semillas hayan roto el cascarón, un proceso que puede tardar entre 2–10 días (las semillas de calidad, como las de Zambeza, suelen brotar en pocos días), desarrollan una raíz que empieza a hundirse en la tierra, mientras el tallo crece hacia arriba. Entonces, las primeras dos hojas de tu bebé de marihuana )unas hojas pequeñas y redondas, llamadas cotiledones) empiezan a brotar de su cáscara protectora.

FASE DE GERMINACIÓN: CONDICIONES ÓPTIMAS

Las semillas necesitan calor y humedad para germinar. Si las germinas en una maceta para plántulas, puedes cubrir la maceta con un domo de humedad o film transparente, a fin de mantener un nivel elevado de humedad. Para obtener los mejores resultados, la germinación debe realizarse a una temperatura entre 22–25°C.

Mientras germinan, las semillas no necesitan luz. Si usas el método del papel absorbente o el vaso de agua, deberías guardarlas en un lugar oscuro, como un armario. Pero en cuanto las plántulas recién germinadas broten de la tierra, debes proporcionarles el tipo de luz adecuada.

Cuando tus semillas de cannabis hayan germinado y hayan desarrollado las raíces y su primer par de “hojas verdaderas”, empieza la fase de plántula.

FASE DE PLÁNTULA

Duración: 2–3 semanas

Iluminación: 18h luz / 6h oscuridad

Una vez que tu planta haya brotado de la tierra, técnicamente ya es una plántula. Pero algunos cultivadores consideran que la fase de plántula empieza cuando la planta desarrolla su primer par de hojas de abanico, de borde aserrado, que aparecen unos días después de los cotiledones redondos. Las primeras hojas de abanico están compuestas por un único dedo o folíolo; y más adelante, cuando la planta crezca a plena velocidad, desarrollará las míticas hojas de 5-7 folíolos. Cuando tus plántulas hayan desarrollado 4–6 pares de estas hojas de un solo folíolo, los cultivadores consideran que es el fin de la fase de plántula y el inicio de la fase vegetativa.

FASE DE PLÁNTULA: CONDICIONES ÓPTIMAS

En esta fase, tus plantas de marihuana todavía son muy vulnerables. Por ejemplo, el exceso de humedad puede fomentar la aparición de moho/hongos, que es una amenaza real para las plántulas dadas sus escasas defensas. El sistema de raíces aún no está completamente desarrollado, por lo que no pueden absorber mucha agua. Esto aumenta el riesgo de sufrir un exceso de riego, así que ten cuidado para no ahogarlas. Si cultivas en tierra, en estos momentos tus plantitas no deberían necesitar fertilizantes adicionales. Los cotiledones producirán todos los nutrientes que la plántula necesita para promover el desarrollo de las raíces. Además, la mayoría de mezclas de tierra ya contienen suficientes nutrientes para las primeras 3–4 semanas, como mínimo. Un error común entre los novatos es fertilizar en exceso sus pequeñas plantas de marihuana.

Las plántulas crecen mejor a una temperatura entre 20–25°C. Las lámparas de cultivo deberían configurarse a un ciclo de luz 18/6, suficiente para promover un crecimiento vigoroso.

FASE VEGETATIVA

Duración: 3–16+ semanas

Iluminación: 18h luz / 6h oscuridad

En esta fase, tu planta de marihuana centra su energía en desarrollar hojas y un tallo robusto. La fase vegetativa suele comenzar al trasplantar la plántula a una maceta más grande. Según la cepa cultivada, deberían empezar a producirse algunas diferencias morfológicas. Las índicas suelen tener un crecimiento más bajo y arbustivo, con hojas más anchas y un menor espacio internodal. En cambio, las sativas suelen ser más altas y larguiruchas, con unas hojas más delgadas y un menor espacio internodal.

FASE VEGETATIVA: CONDICIONES ÓPTIMAS

En esta fase, la planta está en pleno crecimiento, por lo que deberás regarla bien y aportarle suficientes nutrientes, especialmente nitrógeno. La cantidad exacta de fertilizante que necesita tu planta varía en función de la cepa, y puede depender del vigor de crecimiento y el ambiente de la cepa. Para ir sobre seguro, empieza usando la mitad de la dosis recomendada del fertilizante y, si fuera necesario, puedes aumentar la dosis a su máxima potencia.

Siempre que se mantenga un ciclo de luz 18/6, la fase vegetativa de las plantas de cannabis fotoperiódicas puede, en teoría, durar eternamente. Pero, en la práctica, los cultivadores limitan la fase vegetativa, que suele estar determinada por el espacio disponible en la sala de cultivo. Generalmente, esta fase dura entre 3–16 semanas. Pero hay dos excepciones: si cultivas con el método SOG (en cuyo caso probablemente te saltarías la fase vegetativa) o si mantienes plantas madre de forma indefinida.

La fase vegetativa finaliza al cambiar la iluminación a un ciclo 12/12. En cultivos de exterior, esto se produce de forma natural cuando los días empiezan a acortarse, a medida que cambian las estaciones.

FASE DE FLORACIÓN

Duración: 8–11 semanas

Iluminación: 12h luz / 12h oscuridad

En la fase de floración, las plantas de cannabis centran la mayor parte de su energía en producir cogollos. Pero en las primeras semanas (una etapa llamada prefloración o el estiramiento de la floración), el cambio en el ciclo de luz provoca que las plantas experimenten un período de crecimiento acelerado, en que algunas variedades pueden doblar su altura y desarrollar múltiples cogollos. Otras cepas experimentan cambios menos drásticos. En cualquier caso, durante esta etapa las plantas empiezan a mostrar sus órganos sexuales. En las cepas feminizadas, puedes ver cómo aparecen cada vez más pistilos blancos en los nodos, anunciando los futuros cogollos.

Cuando las plantas dejan de estirarse, sus necesidades nutricionales cambian. En lugar de requerir más nitrógeno para potenciar el crecimiento, las plantas necesitan una dieta rica en potasio para producir sus flores. La duración de la floración depende principalmente de la cepa que estés cultivando y de tus gustos personales. Muchas cepas índicas e híbridas florecen relativamente rápido, en 8 semanas o menos. En cambio, las sativas pueden tardar 10 o más semanas en florecer, y algunas cepas comerciales tardan hasta 14 semanas. Infórmate sobre cuánto tiempo deben florecer tus plantas (normalmente viene indicado por el banco de semillas), para evitar cosechar demasiado pronto o demasiado tarde.

FASE DE FLORACIÓN: CONDICIONES ÓPTIMAS

Al aire libre, la marihuana inicia la floración cuando los días empiezan a acortarse, mientras se acerca el otoño. Los cultivadores de interior activan la floración al cambiar el ciclo de luz de 18/6 a 12/12. Durante la floración, es importante que tus niñas reciban 12 horas de oscuridad ininterrumpidas. Si el período de oscuridad se interrumpiera por algún motivo, tus plantas podrían revertir a la fase vegetativa y obtendrías unas cosechas mediocres.

En esta fase, las plantas prefieren menos humedad en el aire que en la fase vegetativa. A medida que los cogollos se vuelven más densos y se reduce el espacio por donde puede circular el aire, las plantas son más susceptibles a desarrollar moho y podredumbre, lo que podría echar a perder toda tu cosecha. Para evitar esta situación, mantén el nivel de humedad relativa por debajo del 50% y usa un ventilador para aportar un flujo de aire suave a las plantas.

Cuando acaba la floración y tus plantas están cargadas de cogollos gruesos y jugosos, finalmente llega el momento de sacar las tijeras y ponerte manos a la obra. Para saber si tus plantas están listas para cosechar, puedes observar los tricomas: cuando el 75% aproximadamente hayan cambiado de color transparente a blanco-lechoso, y puede que algunos tricomas tengan un color ámbar, ¡es la hora de la cosecha!